Muro de carga: ¿qué son?, características, identificación

Estos muros tienen la tarea principal de sostener el peso completo de la edificación. Por esta razón, es fundamental preservarlos en perfecto estado para prevenir el colapso de la estructura. Además, proporcionan apoyo a otros componentes como las vigas y los techos. Su papel también es crucial para garantizar la estabilidad del edificio, ya que se encargan de transferir las cargas hacia el suelo. Debido a esta responsabilidad, se construyen con materiales de alta resistencia, como ladrillos, concreto, hierro y diversas clases de piedras, lo que les permite cumplir su función sin deformarse.

El uso de este tipo de muros se remonta a la antigüedad, aunque fueron los romanos quienes popularizaron una técnica conocida como Emplectum. Esta técnica consistía en construir dos capas exteriores con bloques de piedra, que luego se rellenaban con una mezcla de cal, arena y diversos escombros. En las zonas donde la piedra era difícil de conseguir, se recurría al adobe. Con el paso del tiempo, este método fue mejorando hasta llegar al uso del ladrillo, un material con mayor resistencia y longevidad.

Historia

A lo largo de la historia se han construido diversos tipos de muros de carga, aunque los más antiguos que aún perduran están hechos de adobe o piedra. Se sabe que ya en el Antiguo Egipto existían mezclas y morteros que fueron los precursores del hormigón. Sin embargo, los romanos fueron los que impulsaron su uso mediante la técnica del Emplectum, que consistía en construir dos capas externas de piedra, rellenando el interior con mortero de cal, arena y fragmentos de escombros. A lo largo de los siglos, esta técnica se mantuvo con algunas variaciones, como el muro Dacio.

En regiones donde la piedra era escasa o su obtención resultaba muy costosa, se reemplazaba por barro, utilizado en la forma de adobe, que son ladrillos de barro secados al sol. También se puede comparar el Emplectum con el tapial, una técnica que consistía en compactar barro entre dos moldes o encofrados de madera, golpeándolo con mazos o pisones. A medida que se completaban las capas de barro, el encofrado se colocaba más arriba y se repetía el proceso. Estas técnicas permitieron construir edificios de hasta seis pisos, algunos de los cuales aún se conservan en Yemen.

El material más utilizado para la construcción de muros de carga es el ladrillo, una evolución del adobe. La diferencia principal radica en que el ladrillo pasa por un proceso de cocción que le otorga mayor durabilidad y resistencia. Aunque el ladrillo macizo es el más común para este tipo de muros, también es posible encontrar muros de carga hechos con ladrillos perforados o huecos, especialmente en edificaciones de una o dos plantas. Además, una variación moderna es el uso de bloques de hormigón, aunque estos no permiten alcanzar alturas significativas.

Hoy en día, se mantiene una conexión con las técnicas antiguas en el uso del hormigón en masa, donde, al igual que con el tapial, el hormigón es vertido y confinado en encofrados hasta que fragua y adquiere solidez.

Con la aparición del acero, capaz de soportar tensiones de tracción, surgió el hormigón armado y las estructuras metálicas, revolucionando el mundo de la construcción y haciendo obsoletos los muros de carga. Actualmente, estos solo se emplean en construcciones menores, como muros de contención en obras públicas o sótanos, ya que las estructuras modernas se basan en sistemas de vigas y pilares. Por lo tanto, los muros rara vez cumplen una función estructural, y su propósito principal es dividir o aislar espacios.

Cómo identificar los muros de carga

Ubicación
La posición de los muros dentro de una vivienda puede ser una pista clave para determinar su función estructural. Una forma simple y efectiva de reconocer si un muro es de carga es observar su ubicación. Los muros que rodean el perímetro de la casa suelen ser muros de carga, ya que soportan el peso del techo y establecen la forma general del edificio. A partir de estos muros principales, se colocan otras estructuras de soporte dentro de la vivienda.

Materiales utilizados
El tipo de material empleado en la construcción de un muro es otro factor determinante. Los muros divisorios, que solo sirven para separar espacios, están construidos con materiales más ligeros, como el yeso, ya que no tienen que soportar peso. En contraste, los muros de carga están hechos con materiales de alta resistencia, como piedra o concreto, para poder sostener el peso de la estructura.

Espesor
El grosor del muro también puede ser un indicador de su función. Aunque algunos muros divisorios pueden ser gruesos por razones estéticas, los muros de carga tienden a ser más voluminosos debido a la necesidad de soportar grandes pesos. Generalmente, los muros con menos de 15 cm de espesor no son de carga y sirven únicamente como divisores.

Sonido
El sonido que produce un muro al ser golpeado puede ayudar a determinar si es de carga. Si el sonido es hueco o tiene eco, es probable que se trate de un tabique delgado hecho de ladrillos huecos, utilizado únicamente para dividir espacios, mientras que un muro de carga tiende a producir un sonido más sólido debido a su composición más densa.

¿Dónde se usan los muros de carga?

Los muros de carga se emplean en diversos tipos de construcciones debido a su capacidad para soportar el peso de la estructura. A continuación, se detallan algunos de los lugares más comunes donde se utilizan:

1. Edificios residenciales
   En casas, apartamentos y otros edificios residenciales, los muros de carga se ubican principalmente en el perímetro de la construcción para soportar el techo y, en algunos casos, los pisos superiores. También pueden estar presentes en el interior para proporcionar estabilidad adicional.
2. Edificios de varios pisos
   En construcciones de múltiples niveles, como edificios de oficinas, hoteles o bloques de apartamentos, los muros de carga juegan un papel esencial para soportar el peso de los pisos superiores y distribuirlo de manera eficiente hacia los cimientos.
3. Construcciones antiguas
   En la arquitectura tradicional, especialmente en edificaciones de épocas pasadas, los muros de carga eran la principal solución estructural. Estas estructuras, hechas con ladrillo, piedra o adobe, permitían que los edificios fueran autosostenibles sin la necesidad de marcos de acero o concreto reforzado.
4. Edificaciones industriales
   En almacenes, fábricas o naves industriales, los muros de carga ayudan a sostener techos y cubiertas pesadas, además de garantizar la estabilidad general del edificio.
5. Rehabilitación de estructuras
   En la restauración o rehabilitación de edificios antiguos, se mantienen los muros de carga originales o se refuerzan para preservar la integridad de la estructura, especialmente en zonas históricas o monumentos.

Los muros de carga son fundamentales en cualquier lugar donde se requiera estabilidad estructural a largo plazo y una correcta distribución del peso en la edificación.