Cimientos corridos, ¿Qué son? Ventajas y desventajas

Los cimientos corridos consisten en una cimentación que se despliega a lo largo de todo el contorno de una edificación, proporcionando una base estable y homogénea. Se emplean comúnmente en construcciones de mediana y gran envergadura, ya que tienen la capacidad de soportar cargas pesadas de manera efectiva, resultando especialmente adecuados para terrenos firmes.

Los cimientos corridos representan una excelente solución para asegurar estabilidad, durabilidad y eficiencia en diversos tipos de construcciones. Gracias a sus múltiples beneficios, como la estabilidad mejorada, su adaptabilidad a diferentes terrenos y la simplicidad de su instalación, se convierten en una opción sumamente atractiva para cualquier proyecto de edificación.

¿Qué es una zapata corrida?

La zapata corrida es un tipo de cimentación que se caracteriza por ser plana o de poca profundidad, diseñada para soportar la carga de muros y apoyarse directamente sobre el suelo. Este tipo de cimentación se emplea especialmente cuando la carga se distribuye de manera lineal, siendo ideal para elementos alargados como muros y paredes.

Con forma similar a una viga, las zapatas corridas pueden ser de hormigón simple o armado. Generalmente, se construyen sobre una delgada capa de hormigón y su base plana se conforma con bloques de hormigón, cuyas dimensiones varían según el tamaño de la edificación. Estos cimientos proporcionan un soporte continuo para los muros, creando una estructura rígida en la base de la construcción que brinda solidez y permite que todos los muros funcionen como una unidad cohesiva. La zapata corrida consta de dos componentes: la zapata en sí y la trabe de repartición.

Esta cimentación presenta una sección transversal más ancha que el muro, lo que le permite distribuir de manera eficaz la presión ejercida por el mismo. Su diseño más común tiene una forma de T invertida, con una tira de sección rectangular.

La zapata corrida actúa como una losa invertida en voladizo, soportando una carga considerable proveniente de la presión del terreno, que se distribuye uniformemente. En términos de refuerzo, estas cimentaciones solo incorporan acero de tensión en la dirección perpendicular al muro, así como acero dispuesto paralelamente al muro para absorber las contracciones y los cambios térmicos.

Ventajas de los cimientos corridos

Mayor solidez estructural: Uno de los aspectos más destacados de los cimientos corridos es su capacidad para ofrecer una mayor solidez a la edificación. Al distribuir uniformemente el peso de la estructura, estos cimientos brindan una estabilidad superior frente a otras soluciones de cimentación, lo que es esencial para asegurar la durabilidad y la seguridad del edificio a lo largo del tiempo.

Reducción del riesgo de asentamientos: Debido a su diseño continuo, los cimientos corridos ayudan a minimizar los asentamientos diferenciales, lo que disminuye las probabilidades de que surjan problemas graves en el futuro.

Construcción más sencilla: Los cimientos corridos destacan por su simplicidad en el proceso constructivo, lo que permite acortar los tiempos de ejecución y, en consecuencia, disminuir los costos asociados a la obra. No requieren excavaciones complejas ni técnicas de construcción sofisticadas, lo que facilita su instalación rápida y eficiente, ideal para proyectos que demandan celeridad.

Adaptabilidad: Estos cimientos ofrecen una notable capacidad de adaptación a diferentes tipos de suelos y condiciones geográficas. Ya sea en terrenos blandos o duros, los cimientos corridos pueden ajustarse a las características particulares de cada entorno, garantizando una base sólida y confiable para cualquier edificación.

Optimización de recursos: Al utilizar menos materiales que otros tipos de cimentación, los cimientos corridos permiten un ahorro considerable en el uso de recursos, lo que impacta de manera positiva en el presupuesto del proyecto.

Menor necesidad de mantenimiento: Gracias a su diseño sencillo y su habilidad para distribuir de manera uniforme el peso de la estructura, los cimientos corridos requieren menos mantenimiento a lo largo del tiempo. Al evitar deformaciones o asentamientos significativos, disminuyen las intervenciones correctivas costosas, representando un ahorro adicional para el propietario.

Reducción de costos: Otra ventaja destacable de los cimientos corridos es su potencial para disminuir los costos generales de la obra. Al ser una opción más económica y sencilla de implementar, se traducen en un ahorro significativo en términos de tiempo, materiales y presupuesto, haciéndolos una alternativa atractiva desde el punto de vista financiero.

Proceso para la Construcción de Cimientos Corridos

Preparación del Terreno:

1. Limpieza: Es fundamental eliminar cualquier tipo de obstáculo, como desechos, hierbas y materiales ajenos al terreno, para preparar el área para la cimentación.
2. Nivelación: El terreno debe ser nivelado para asegurar que la base sea uniforme. Este proceso incluye:
   • Correr el nivel: Marcar puntos de igual altura en estacas previamente colocadas utilizando una manguera transparente y una cinta métrica (wincha) para identificar los desniveles.
   • Excavación y Relleno: Con base en las mediciones, se excava en las áreas más altas y se rellena donde sea necesario, asegurando que el terreno nivelado quede por encima de las redes de drenaje.
3. Trazo: Se dibuja la forma de la cimentación en el terreno ya nivelado, basándose en las dimensiones proporcionadas en los planos del proyecto.

Cimentación:

La cimentación se compone de dos partes: el cimiento y el sobrecimiento. El tipo de concreto a utilizar depende del tipo de suelo en el que se construya la edificación, como se especifica en los planos estructurales.

• Concreto:
  • En suelos resistentes, se puede usar concreto ciclópeo.
  • En suelos más débiles, se debe optar por concreto simple o armado (reforzado con varillas de acero corrugado).

Para preparar un buen concreto ciclópeo que garantice una adecuada resistencia, es crucial considerar:

• Dosificación para Cimientos: Especificar las proporciones adecuadas de cada componente.
• Dosificación para Sobrecimientos: Ajustar las proporciones según el tipo de sobrecimiento requerido.
• Preparación del Concreto: El mezclado debe ser homogéneo, asegurando que todos los ingredientes (cemento, grava y agua) estén bien distribuidos. Se recomienda utilizar una mezcladora mecánica en lugar de hacerlo manualmente.

Además, la capacidad de carga del suelo influye en el diseño de los cimientos: un suelo con mayor capacidad de soporte requerirá un área de cimentación más pequeña, y viceversa. Por lo tanto, es esencial considerar las características particulares del suelo al planificar la cimentación.