Esta vivienda fusiona lo tradicional con elementos contemporáneos, presentando una fachada estética y bien proporcionada. Su estructura integra formas rectas y curvas, destacándose una ventana de arco lateral con un marco de madera que añade un aire refinado.

El acceso principal, situado en el centro, está flanqueado por amplios ventanales de vidrio enmarcados en madera, permitiendo una óptima iluminación natural. El tejado de tejas en tonos terrosos aporta un toque acogedor, mientras que un sistema de iluminación exterior estratégicamente distribuido resalta su atractivo cuando cae la noche.

La entrada principal resalta con una escalinata discreta que lleva a un encantador pórtico, sostenido por una columna adornada con detalles clásicos. Rodeando la vivienda, un jardín meticulosamente cuidado, con arbustos frondosos y plantas decorativas, aporta vitalidad y embellece el entorno.

Un sendero pavimentado al frente, iluminado con luces sutiles a baja altura, guía de manera acogedora hacia la puerta, intensificando la sensación de bienvenida. La armoniosa combinación de tonos suaves en las paredes, complementada con acentos de madera y un techo de tejas en matices terrosos, genera un equilibrio visual atractivo, logrando una casa sofisticada, funcional y en sintonía con la naturaleza circundante.