La fachada de esta casa presenta un diseño acogedor y equilibrado, donde cada detalle parece pensado para transmitir calidez y armonía. El techo a dos aguas con tejas en tonos rojizos aporta un aire tradicional que se complementa perfectamente con el revestimiento de piedra en la parte central, el cual enmarca la puerta principal y el par de ventanas que la flanquean. Este uso de piedra no solo aporta textura, sino también un toque rústico y elegante que contrasta con las paredes laterales pintadas en un suave tono gris claro.
Las ventanas, con marcos blancos y cortinas de encaje semitransparentes, invitan a imaginar un interior iluminado por la luz natural, mientras que la puerta, en un tono claro que armoniza con la piedra, actúa como el punto focal de bienvenida. Dos macetas con plantas verdes a cada lado de la entrada suman frescura y vida al conjunto.
El acceso principal se encuentra ligeramente elevado, con un pequeño tramo de escalones que conducen a un pórtico sencillo pero encantador, ideal para recibir visitas. El camino hacia la puerta está revestido con un pavimento de tonalidades cálidas que guía suavemente la vista y combina con el entorno.
A ambos lados del sendero, pequeñas áreas ajardinadas con plantas y césped completan la escena, mientras que discretas luminarias de exterior sugieren una atmósfera igualmente atractiva durante la noche. Todo el conjunto se enmarca en un entorno verde y arbolado, lo que acentúa la sensación de tranquilidad y conexión con la naturaleza, haciendo de esta fachada no solo un frente estético, sino también una invitación a la calma y el bienestar.
La distribución interna de esta casa está pensada para combinar comodidad y funcionalidad, aprovechando al máximo cada metro cuadrado. Al ingresar por la puerta principal, se accede directamente a la sala, un espacio amplio y central que actúa como punto de conexión hacia el resto de las estancias. Justo detrás se encuentra el comedor, ubicado de forma estratégica para facilitar el acceso tanto a la cocina, situada en el extremo derecho, como a la habitación principal que cuenta con baño privado.
La cocina se presenta cerrada y bien delimitada, lo que ayuda a mantener el orden y aislar los olores al momento de cocinar. Desde el comedor, el tránsito hacia cualquier zona es fluido y sin obstáculos, lo que aporta una sensación de amplitud.
En el sector derecho frontal se encuentra el dormitorio principal, que destaca por contar con un baño privado, garantizando así mayor privacidad y comodidad para sus ocupantes. Hacia el lado izquierdo de la casa se ubican dos dormitorios adicionales, ambos con fácil acceso a un segundo baño independiente, ideal para visitas o para uso compartido por los demás integrantes del hogar.
Esta distribución permite que la zona social (sala, comedor y cocina) esté bien separada de las áreas de descanso, manteniendo así la tranquilidad de los dormitorios. En conjunto, la organización interna favorece la circulación, la intimidad y el confort, logrando un diseño equilibrado y bien pensado para la vida diaria.
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