Muros de escollera: ¿Qué son y cómo se construyen?

Las estructuras de escollera hechas con grandes piedras naturales se construyen con el objetivo de salvaguardar costas, márgenes de ríos y áreas propensas a la erosión por el efecto del agua. Estas barreras de rocas masivas son capaces de soportar la presión de las olas y corrientes, garantizando así la seguridad y firmeza de las zonas que las rodean.

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Los muros de escollera de piedra están formados por una estructura compuesta por piedras de gran tamaño y formas irregulares, cuidadosamente colocadas. Estas rocas, conocidas como escollera, se eligen por su durabilidad y su capacidad para soportar la acción del agua y el deterioro ambiental. La manera en que se distribuyen las piedras puede cambiar en función del tipo de muro que se construya y las características particulares del sitio donde se erige.

Tipos de muros de escollera

En general, una obra de escollera se refiere a una construcción hecha con bloques de piedra, obtenidos principalmente de forma natural, con formas aproximadamente prismáticas. A continuación, se describen tres tipos principales de muros de escollera:

  1. Escollera vertida:
    Este tipo de muro se caracteriza por la disposición más aleatoria de los bloques pétreos, con espacios amplios entre las piedras. Es común en proyectos marítimos y fluviales, así como en algunas presas. Además, se utiliza en la construcción de mantos drenantes en carreteras y para mitigar problemas geotécnicos. Su aplicación más frecuente es en áreas donde la intervención no requiere una alta precisión en la colocación de las piedras.
  2. Escollera compactada:
    En este caso, las piedras se colocan de manera más ajustada y uniforme, obteniendo mejores parámetros geotécnicos que la escollera vertida. Aunque también se utiliza en proyectos de ingeniería civil marítima, este tipo de muro ofrece mayor estabilidad y resistencia en comparación con el muro de escollera vertida, siendo ideal para obras donde es necesario soportar mayores cargas o esfuerzos.
  3. Escollera colocada:
    Este tipo de muro se construye mediante la colocación de bloques de roca irregulares, de forma poliédrica, sin labrar y de distintos tamaños. Las piedras se disponen de manera individual para formar una estructura estable a través de la técnica de mampostería en seco. Su principal función es mantener el terreno en su lugar, especialmente en excavaciones. Se usa en proyectos de carreteras para prevenir la erosión en las entradas y salidas de obras de drenaje, en taludes con alta inclinación, muros de contención, y otras aplicaciones similares donde se requiere un soporte estructural frente a deslizamientos y erosión.
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Ventajas y desventajas de los muros de escollera

Ventajas:

  • Facilitan el drenaje natural del terreno, evitando la acumulación de agua y disminuyendo el riesgo de erosión.
  • Son flexibles frente a movimientos diferenciales del suelo, lo que les confiere una mayor resistencia ante asentamientos o cambios en el terreno.
  • Estéticamente, pueden integrarse de manera armoniosa en entornos naturales, manteniendo la belleza del paisaje circundante.
  • Ofrecen una solución duradera y con bajo mantenimiento, ya que los materiales utilizados son altamente resistentes y no requieren reparaciones frecuentes.
  • Proporcionan una excelente protección contra la erosión en proyectos de ingeniería civil, como en áreas marítimas, fluviales y carreteras.

Desventajas:

  • La construcción puede ser compleja debido al peso de los materiales, lo que puede alargar el tiempo de ejecución y exigir el uso de maquinaria especializada.
  • Si no se planifican correctamente, pueden presentar problemas de inestabilidad, especialmente si no se consideran adecuadamente las características del suelo y los materiales.
  • Pueden requerir mantenimiento periódico para asegurar su funcionalidad, especialmente en entornos con condiciones climáticas extremas que aceleren el desgaste.
  • En algunos casos, el costo de construcción puede ser más elevado en comparación con otras soluciones de contención de tierras.
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Proceso de construcción de un muro de escollera

La construcción de un muro de escollera implica varios pasos esenciales, que deben seguirse con precisión para garantizar su estabilidad y durabilidad. A continuación, se detallan los pasos clave:

  1. Determinación de la inclinación del muro
    Antes de iniciar la obra, es crucial establecer la inclinación adecuada para el muro. Este ángulo dependerá del tipo de terreno, la altura del muro y los requisitos específicos del proyecto. Una inclinación bien calculada es fundamental para asegurar la estabilidad estructural y la capacidad del muro para resistir fuerzas externas.
  2. Excavación y preparación de la base
    Una vez definida la inclinación, se excava una zanja a una profundidad adecuada, generalmente por debajo del nivel del terreno. Esta zanja actúa como la base o cimiento del muro. La profundidad dependerá de las características del terreno y la altura del muro proyectado. Es esencial que la base sea compactada y nivelada correctamente para proporcionar una fundación sólida.
  3. Colocación de los elementos pétreos
    Con el cimiento listo, se procede a colocar las piedras que formarán el muro. En el caso de la escollera vertida, las rocas se disponen de manera más aleatoria, dejando espacios entre ellas. Para la escollera compactada, las piedras se ajustan de forma más densa y compacta. En ambos casos, se prioriza una distribución equilibrada, colocando las piedras más grandes en la base y las más pequeñas en la parte superior, lo que proporciona mayor estabilidad y resistencia estructural.
  4. Relleno y compactación del terreno posterior
    Una vez que las piedras están colocadas, se rellena el área detrás del muro con la tierra previamente extraída durante la excavación. Este relleno se hace en capas sucesivas, asegurándose de compactar cada capa para evitar huecos o zonas inestables. La correcta compactación del terreno es clave para proporcionar soporte adicional al muro y prevenir deslizamientos o movimientos indeseados en el futuro.

Este proceso asegura la creación de un muro de escollera duradero, resistente y funcional, capaz de enfrentar las condiciones ambientales y geotécnicas del lugar.

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Uso de muros de escollera en obras de carretera

Los muros de escollera se emplean de manera extensiva en proyectos viales debido a su capacidad para ofrecer estabilidad, contención y protección en terrenos desafiantes. A continuación, se analizan dos aplicaciones clave: los muros de contención de laderas y taludes, y los muros de sostenimiento de rellenos.

Muros de contención de laderas y taludes

En carreteras que atraviesan terrenos accidentados, las laderas y taludes pueden ser propensos a movimientos de tierra y deslizamientos, lo que representa un desafío considerable. Los muros de escollera se utilizan para contrarrestar este problema, proporcionando una solución efectiva para contener el empuje de las tierras.

Estos muros se construyen siguiendo los principios básicos de escollera, ajustando la inclinación y el diseño para adaptarse a las características particulares de la ladera o el talud. Las piedras se colocan estratégicamente para asegurar la estabilidad necesaria, evitando así que el terreno colapse y dañe la infraestructura vial. Además de proteger la carretera de posibles deslizamientos, estos muros también ayudan a mantener la integridad del entorno natural, minimizando el impacto sobre el terreno circundante.

Muros de sostenimiento de rellenos

Cuando es necesario crear rellenos en obras de carretera para nivelar diferencias de altura o terreno, los muros de escollera juegan un papel fundamental en la estabilización de estos rellenos. Estos muros se construyen a lo largo del área de relleno, utilizando bloques de rocas irregulares que forman una barrera sólida y resistente.

El principal propósito de estos muros es evitar que el relleno se desplace o colapse bajo la presión del terreno adyacente. El diseño de los muros de sostenimiento de rellenos toma en cuenta factores como la altura del relleno, la inclinación del terreno y la fuerza de contención requerida, asegurando así la durabilidad y seguridad de la carretera. Además, estos muros contribuyen a preservar la estabilidad del terreno en la zona, reduciendo el riesgo de futuros movimientos de tierra.

En resumen, los muros de escollera son una solución versátil y efectiva para asegurar la estabilidad de carreteras en terrenos difíciles, garantizando la durabilidad y seguridad de las obras viales.

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